martes, 30 de octubre de 2012

Ondeante se renueva


hay que verla como se contemplan las estrellas, el mar o un paisaje
sin admonición o tiento
 
En la amarillada de los campos delegados

En el azul negro y avasallante de los cielos sin recua

En la oscura presencia de olas amartilladas

En verde seco de llanura domada

Así, así, habrá de verse

Contemplativamente 

Para que no brillanteen chillonas las hojas asesinas

Ni se amengüeen por terror las alturas vigiladas

Se despojen de altura y cresta aguas de sal

O se aplaquen estertores de hueso brillador


No así, habrán de verse,

no se ven, y se retoban

Salvo cuando estela segadora aplasta con ilusión de astilla

blanda tierra de arados cruzada

campos cruzados de arar,

mentidas lamparitas enristradas en cinta de engañoso fulgor

agua insulsa estirándose entre pobre resaca

robada al poco terrón repudiado

Cegueras inducidas serán para torpe insulto
 
Por estallarse siempre en altura y coraje
luminada por cegadora  luz perenne

aun si en escasez capturada.

jueves, 25 de octubre de 2012

Heridas


Arrugas hondas, sin afeite,

escriben epigramas en el cuerpo

como cuchillo o dentellada

y honduras más bien insondables

yacen en carne viva para agregar

a los epigramas otro género

mayor y simultáneo como doble heridora

permanente alzando heridas consuetidunarias.

Bien visibles, los arañazos del alma.